lunes, 11 de junio de 2007

Glorias del comunismo. Parte I

Antes de adentrarme en un fin de semana no apto para el descanso, la paz y la tranquilidad, guardé el viernes en mis borradores una noticia de El País que me aterrorizó. Hoy, ya lunes y con los huesos machacados, he visto cómo nuestra querida Vorzheva ha tratado el tema en profundidad y que casi me ha quitado lo que quería decir; pero no todo. La noticia es la siguiente:

La policía china ha desvelado un caso de esclavitud en una fábrica situada en Shanxi, provincia situada en el centro del país: 31 trabajadores, inmigrantes rurales, sobrevivían en su interior, con jornadas laborales de 20 horas y subsistiendo a base de pan y agua. Eran 32 pero uno de ellos murió a raíz del maltrato,

El dueño de la fábrica es el hijo de Wang Dongji, secretario general del Partido Comunista de China (PCCh) en el distrito de Hongdong de la misma provincia. Al parecer, Wang había subcontratado la fábrica a un segundo empresario, Heng Tinghan, que se encuentra en paradero desconocido.



Con lo que nos tiene acostumbrado este medio de comunicación a meternos su opinión con cuchara en cualquiera de los temas que trata, llama la atención que, en este caso, se haya limitado únicamente a copiar la noticia de la agencia de turno y no hacer ni un breve comentario; uno como que, en el país en el que se supone que todos son iguales, se permite la esclavitud siempre y cuando sea el patrón un miembro del régimen. Además, toca bastante las narices que ya no es que se consiga esa idolatrada igualdad, sino que supriman los derechos más básicos del ser humano. Eso sí, Guantánamo tendría cuatro páginas y a color.

Y estas son las glorias del comunismo: eliminar el más básico respeto a la dignidad humana, hacer millonarios a cuatro déspotas con látigo, y que los progres de salón, encima, lo sigan admirando tanto abiertamente como de manera disimulada ya que no expresan ni una pequeña ira. Pero vamos, luego están google y yahoo; no todos pueden tampoco llevar su cabeza alta.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Orwell se habría sorprendido si llega a comprobar de qué forma "los cerdos" de la vida real han acabado siendo una fotocopia de los que puso él en "Rebelión en la Granja"...

Anónimo dijo...

Madre de Dios Chesk, qué barbaridad. Cuánto nos queda por avanzar, estas noticias desmoralizan.

Anónimo dijo...

"se consiga esa idolatrada igualdad"

Una igualdad nada utópica. El comunismo consigue igualar a las personas, pero por abajo. En el ejemplo que has puesto los iguala en la esclavitud y la pobreza. Aunque siempre tiene que haber gente que se sacrifique por el régimen, esos "cuatro déspotas con látigo" que seguro que no quieren hacerse millonarios, sólo que es necesario que ellos acumulen las riquezas y puedan los demás ser iguales -es una ironía, por si acaso-.

Anónimo dijo...

La verdad es que causa una tremenda tristeza que seres humanos puedan tratar así a otros seres humanos. Y repugnancia que comunistas ricachones como Polanco y sus medios miren para otro lado cuando les conviene.
¡Cuántas formas,más o menos veladas, de esclavitud se utilizan en este siglo XXI

Anónimo dijo...

Los chinos son ahora mismo la principal competencia en el sector en el que trabajo, contra sus jornadas interminables y sueldos de miseria no hay quien compita, un empresario que ha estado allí me contaba el otro día cosas parecidas a estas aunque no tan extremas, encima como premio les dan las olimpíadas, asco de mundo….

Anónimo dijo...

Con todo y lo terrible de fotos como ésta y muchas otras, lo peor no es lo que se ve, sino lo que no se ve. Esos mismos chinos podrían estar vestidos con el uniforme maoísta, o incluso con un traje occidental, y tener los mofletes rellenos de la buena alimentación, y así todo, estar destrozados donde más duele y donde cuesta más sanar: en el espíritu. Los regímenes basados en ideologías y las teocracias totalitarias tienen eso en común: son especialistas en quebrar el espíritu de las personas.

El daño que causan, además, tarda más en curarse que en producirse, y en este caso, ha estado atacando durante generaciones.

Anónimo dijo...

Uhm ... El País, 20 minutos y similares son medios de información carentes de cualquier tipo de objetividad política y, claro, cuando ciertos planteamientos políticos y sociales que apoyan quedan en evidencia tienen que disimular ...

Fuera de tema: he migrado la URL de mi bitácora. Si la quieres actualizar ...

Anónimo dijo...

El caso de los superexplotados chinos que salió a la palestra muestra a mi entender algunas cosas relevantes que me gustaría destacar. El primer lugar, y al margen de sus resultados extremos, situemos el suceso en su contexto real, el capitalismo burocrático, que en China sólo ha incrementado el porcentaje de gestión privada con relación al total que antes tenía un predominio de gestión estatal )desconozco loa actuales porcentajes.) China no ha dejado del todo de ser un Capitalismo de Estado, pero no por eso se producen esas situaciones de superexplotación ya que ellos se han producido y se producen más o menos marginalmente bajo todas las formas del capitalismo (lease alguna novela de Charles Dickens) y seguramente han coexistido desde un primer momento en la China de Mao, más allá de la instauración de su Capitalismo de Estado. Cierto que esto muestra lo primitivo y tercermundista de su capitalismo, pero también resulta interesante observar que ha sido reprimido. Y esto muestra hasta qué punto las autoridades chinas entienden que el sistema empleado por ese particular capitalista rojo sea el adecuado para una producción eficaz. Más allá de los aspectos morales y culturales. Es decir, que la productividad no “nace de la boca de un fusil”. Esto es relevante y propio de la evolución del capitalismo, que hace tiempo comprendió que una economía sofisticada y la producción de tecnología avanzada no se pueden basar en la superexplotación. Sin duda China acabará viendo pronto el surgimiento o proliferación de huelgas obreras (no tengo datos pero tal vez ya se han producido algunas) y de sindicatos independientes (y burocráticos, claro), o sea, recorriendo el camino del desarrollo occidental. Lo que no creo es que esto se vaya a realizar en China por la vía de la democratización equivalente o en paralelo con un proceso de esa índole, y esto es lo que debemos denunciar porque no es ni lo marginal ni lo que tiende a ser superado (o tolerado sobre todo si se trata de amiguetes o hijos de funcionarios), sino lo que precisamente creo que irá a más, que refleja la tendencia que se estña imponiendo incluso en todo el mundo. Precisamente, creo que transitamos una nueva etapa del capitalismo burocrático que se basa en el agrupamiento de todos los gestores sociales bajo el paraguas de una ideología dominante bajo tutela del Estado, Una ideología única a la que todo líder social debe estar previamente adscrito para serlo y seguir siéndolo. Es decir, que para ser capitalista en China hace falta ser un capitalista rojo en primer lugar. Si se observa como en el caso de Indonesia hace falta ser islamista para ser banquero, o si se mira con detalle hacia donde Chávez pretende conducir a Venezuela (un buen modelo no sólo para otros países de latinoamérica en general sino para la Cuba futura), o las veleidades (frenadas por ahora) del actual gobierno turco, se tiene un panorama que parecería avalar la existencia de esa tendencia ganadora. Me animaría a afirmar que en España a quienes sueñan, más o menos indirectamente, con ofrecernos estos futuros.

Anónimo dijo...

Esos son los esclavos con cadena. Los otros, el resto del país.

Y los progres mirando a los terroristas de Guantánamo. Si los presos son delincuentes, parece que les llaman la atención. ¿Querrán redimirlos? Lo dudo.

Anónimo dijo...

Tanto el sociali$mo como el comuni$mo son dos boñigas con las que se pretenden justificar todas las aberraciones que puede llegar a realizar el ser humano.

En China, los DDHH brillan por su ausencia.

Anónimo dijo...

Dicho sea de paso, y me pongo los galones con orgullo, mi propia empresa ha perdido dinero por no entrar en chanchullos y negocios de dudosa reputación con Cuba y China, en especial. Y reconozco que la tentación existe: mucha gente se dice que, si otros lo hacen, ¿por qué no él? Pero el poder poner la cabeza en la almohada por las noches sin sobresaltos y dormir con la conciencia limpia, no tiene precio (para todo lo demás, Mastercard).

Anónimo dijo...

Sintiendo el retraso...

Me ha enviado vorzheva que la cosa no se queda acá, sino que esto es un caso aislado:

http://vorzheva.blogspot.com/2007/06/masivo-rescate-de-esclavos-en-china.html

Cuando hablábamos sobre el Álamo se comentó lo de uno de los bandos esclavistas. Y hablábamos de algo pasado hace unos cuantos años.

Esto, pasa en la actualidad, en el siglo XXI, cuando sólo se comenta qué ocurre en Guantánamo.

Un abrazo a todos.

Spike, ahora mismo lo corrijo, sorry por el retraso.