domingo, 28 de octubre de 2007

Gran Vía, el Nueva York español (juas)

Hace unas semanas, vi el anuncio del programa Callejeros de Cuatro en el que hacían un reportaje sobre la céntrica Gran Vía. En la publicidad mostraban una calle que no dormía, que tenía algo "especial" y que lo denominaban el Nueva York español. Y tal vez eso pareciese en la publicidad del programa, pero quien haya pasado por allá cualquier noche, o bien se haya tragado el programa entero, vería que eso era una patraña. En vez del NY español, podrían denominarlo el harlem ibérico y sería más adecuado.




Prostitutas, mendigos, camellos, chinos explotados vendiendo bocadillos y refrescos que guardan en las papeleras municipales para que la policía no se lo incaute (procedimiento de manipulación de alimentos básico); un barrio con un encanto especial.

Y viéndolo, me acordé de lo sucedido en la cañada real, del problema de Lavapiés, y de tantos otros barrios de España que se están convirtiendo en un peligro para las personas normales. Parece ser, que esta es la España del siglo XXI con la que nos toca vivir.

viernes, 26 de octubre de 2007

Por qué soy blogger.

Me pasa Vorzheva este meme sobre por qué soy blogger. Me ha gustado el tema porque me parece muy sencillo -no tengo las neuronas para complicarlas más- y porque creo que puede ser interesante explicar el motivo por el que estamos aquí cada uno.

Mis razones iniciales para empezar como blogger fueron de lo más desaboridas. En el foro de la extinta gruporisa, actual monclovitas, se nos animó a todos a tener un blog y demás, y por eso empecé a postear mis opiniones con Prevost. Pasado el tiempo, creé este blog como un laboratorio de pruebas. No tenía ni puñetera idea de qué iba a hacer con él, y ni siquiera si iba a funcionar. Sólo pensaba en el tiempo que me iba a costar mantenerlo.


Pero luego, empecé a necesitar escribir en él simplemente para compartir con todos vosotros todas esas ideas, reflexiones y demás comeduras de tarro que, en un mundo normal que piensa sólo en el euribor, es difícil expresar sin que te miren como a una marciana. Tengo una colección de reacciones y caretos que testifican este hecho.

Paso el meme a los habituales: Rakras, Freman y Cruz. Sorry chicos, os tocó.

Que paséis un buen fin de semana. Os dejo con una de mis canciones preferidas.




Y para quien prefiera una versión más light, por acá.

Gracias.

Después de más de dos años siendo miembro del equipo de Cómo ser de derechas y no morir en el intento, he dejado de participar allí por decisión de Prevost. El pasado martes recibí un mail en el que me anunciaba su postura y me daba a elegir si quería poner un post de despedida o si lo hacía él. Cuando fui a contestar a las tres horas ya me había retirado mi usuario, por lo que me he quedado con las ganas.

Por eso, aprovecho desde aquí para dar las gracias a las personas que todo este largo tiempo han estando aguantando mis desvaríos y mis chorradas varias en el otro blog. El sitio que me inició como blogger, aunque no haya tenido el final que me esperaba ni deseara.

Muchas gracias de corazón a todos.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Cosas de mujeres

Muchas veces, en conversaciones con amigos o compañeros de trabajo, cuando las féminas nos hemos puesto a hablar de rebajas, maquillajes y temas similares, se nos ha mirado con una cara un poco extraña y se nos decía eso de, con tono jovial: estáis hablando de cosas de mujeres, no nos interesa.

Recordaba esto al encontrarme el otro día a un viejo amigo con el que tomé un café. Me contaba que le habían despedido y que acababa de venir de apuntarse al paro. Tal vez lo destacable no es este hecho en sí, sino que, según sus palabras, era el único hombre de la larga fila. De treinta personas, sólo un varón y el resto mujeres con edades comprendidas entre 30 y 45 años. Terminó asustado pensando que la paridad no había llegado a la cola del paro. Y esa impresión cuadra con lo que dicen ciertas cifras que sitúan el paro femenino en el doble que el masculino en España.


Y al fin y al cabo, mi amigo estaba bastante tranquilo ya que tenía tres entrevistas de trabajo para las próximas dos semanas y se iba a tomar estos días como unas pequeñas vacaciones, que también se las había ganado. Pero yo pensé, que esas mujeres que estaban en la oficina del INEM no tendrían tanta suerte y tendrían que ir mes a mes a sellar su tarjetita. Parece ser, que no sólo son los zapatos, ropa y maquillaje cosas de mujeres, sino también carecer de empleo cuando alcanzas cierta edad en España. Porqué será.

lunes, 22 de octubre de 2007

Apple, 1984.

Nos comentaba Cruzcampo en los comments de un post anterior que la granhermanitis no era algo exclusiva de políticos y burócratas, sino más bien un defecto que afecta a más de uno; luego, Freman, nos decía que en democracia es imposible dar un porrazo a un gigante que intenta convertir nuestra sociedad en la novela de Orwell. Como véis, el autor de 1984 - el cual se alistó en las brigadas internacionales en la guerra civil española defendiendo lo que más tarde criticaría en su obra- nos dejó bastante para reflexionar.

Así, me he acordado del anuncio de Macintosh de 1984 que creo que habla por sí solo:



Una campaña publicitaria que, para mí, es una de las mejores de la historia, que fue emitida en el descanso de la superbowl yanqui (en el que millones de espectadores miran atontados la televisón). La trama consiste en como un montón de personas están embobadas escuchando las palabras del gran hermano en una pantalla y una chica por medio de un mazo la rompe ante la impasividad de los demás. Cabe destacar que en sus orígenes se hizo para denunciar el dominio de IBM sobre las computadoras, aunque con el tiempo se sabe que Apple se equivocó de enemigo y no se dio cuenta de Microsoft.

Y tal vez no tengamos un mundo de David y Goliat; o como dice Rakras, hasta David tenía un ejército a sus espaldas, pero creo que todos tenemos, de distintas formas, la potestad para dar un porrazo a esa pantalla por donde habla el déspota Gran Hermano. Ya sabéis, las elecciones están a la vuelta de la esquina.

martes, 16 de octubre de 2007

Acción y reacción

Hemos hablado mil veces que las personas que manejan este país, políticos y el sistema judicial concretamente, van por un camino y la sociedad española por otra; que no existen una conexión clara entre las necesidades de los que pagamos los impuestos, y sus cargos, y lo que nos colocan encima de la mesa. Y cuando esto no existe, llegamos a un punto de acciones y reacciones.

La primera, es cómo una pequeña aldea gallega ha comprado el inmueble de un habitante de la localidad ante el miedo que éste fuera ocupada por una familia gitana. Ciento diez vecinos pagarán dieciseis euros mensuales durante treinta cinco años con tal de que no se trasladen allí y con ellos el resto de chabolistas que convivían con ellos. La reacción es simple: ante los disturbios que acontecían en las chabolas, los vecinos se han puesto las pilas ante la que se veía venir y han implantado sus propias medidas. Ya sabemos qué rauda es la justicia en eliminar asentamientos ilegales.

La segunda acción, con su consecuente reacción, fue la política del tripartito catalán en la que, en una reunión con empresarios catalanes, Carod Rovira les dijo la frase de "la independencia tiene un precio" cuando éstos temían que su sector se viera perjudicado por su radicalidad antiespañola. La reacción ha sido una huida de empresas catalanas hacia Madrid y los corredores del Henares y la Sagra. Suelo más baratos y con menos gilipolleces políticas.

Y así, el español vive en un mundo de acción y reacción, típico de la picaresca descrita en el célebre Lazarillo de Tormes. Nosotros, al ver que otros comen las uvas de dos en dos, intentamos lo mismo pero de tres en tres. Esperemos que no recibamos ningún bastonazo en forma de crisis social y económica.

PD: ahora mismo en la primera, en el programa de las preguntitas del café a 70 ctms, acaba de decir el de CIU a una mujer con velo que se integre y que, en ocasiones, ese atuendo es una discriminación para la mujer. Olé por él, rara vez se oye eso en horario de máxima audiencia.

viernes, 12 de octubre de 2007

Cosas de banderas

Casi todos los días paso por el típico cruce de semáforos desesperantes. El verde dura cinco segundos y el rojo dos minutos, y siempre me toca el típico petardo/a que habla con el móvil, se mira en el espejo, regaña a los críos, o no sabe acelerar a tiempo y se duerme en los laureles y provoca que mi espera se eternice. Ayer, en ese mismo punto, mientras intentaba no desesperarme por el semáforo dichoso, visualicé una enorme bandera de España colocada con motivo del día de la Hispanidad. Ahí estaba, sobre un mástil enorme coronando la inmensa avenida, ondeando orgullosa sin cesar.

Y la verdad, me dio mucha rabia y al mismo tiempo alegría. Alegría por verla ahí, tan imponente, y rabia porque sabía que hoy no podría ir al desfile de las FF.AA. Parece ser que me he perdido en directo como ZP pasaba por la parte de atrás de la tribuna para no ser abucheado, y como le han pitado los oidos cuando no ha tenido más remedio que salir de su escondrijo. Como siempre, nuestro presidente nos demuestra su gran valentía ante los que le cantan las cuarenta.


Aunque más impotencia me dará volver a pasar el lunes por mi cruce habitual y ver un vacío entre los coches que circulan; al menos ella, la bandera, me haría compañía en mi espera diaria.

Pasad un buen puente, creo que iré al reencuetro de un viejo amigo que está de cumpleaños. Tenemos muchas cosas que contarnos.

lunes, 8 de octubre de 2007

Y ya van tres.

Llegan tiempos de elecciones, de campaña electoral feroz y sin remilgos, donde casi todo va a ser valido y donde el fin justificará los medios. Así de simple.

Y ya que muchos estamos deseando pisar las urnas para creer que estos cuatro años han sido únicamente una pesadilla de la cual podemos despertar, no estaría de más que la oposición se muestre como una alternativa real a la catástrofe de legislatura vivida. No obstante, mis esperanzas se tornan como imposibles cuando leo lo siguiente:
Porque con ésta ya van tres: el PP votó al final a favor del canon, por el cual estamos dando de comer a todo matado de la SGAE, y también de que nuestro correo eléctronico pueda ser "cotilleado" sin orden judicial necesaria .

La red, el mayor lugar de libertad de expresión en España, en la cual los medios de comunicación tradicionales sirven para manipulaciones partidistas, se presenta como un amplio desierto de opiniones incontrolable, donde empiezan a asomar la patita ciertos dejes liberticidas y totalitarios.

Estoy convencida que, todavía, no he visto un político centrado en el bien común de los que le han elegido, pero me desagradaría terminar pensando que todos son unas ratas de cloaca. O hienas carroñeras, como prefiráis.

jueves, 4 de octubre de 2007

Manipulaciones y propagandas.

La primera, una manipulación de uno de los mayores grupos de comunicación del país, PRISA. Totalmente en su salsa. ¿Notan ustedes algo en esta foto?

¿Nada? Pues fíjense en la siguiente:


El diario AS, con tal de tapar la publicidad del MARCA que salen en las vallas de un estadio de fútbol, no ha tenido otra cosa que hacer que editar la imagen y poner a las mismas personas saliendo tres veces en ella. Como los becarios no trabajan bien últimamente y se creen que somos tontos, nos modifican la imagen de esta manera chapucera y punto y pelota. Miedo da pensar las veces que la prensa pueda realizar una práctica tan inmoral, pero sin chapuzas, y que nadie se dé cuenta. Seguro que ni una ni dos veces.

La segunda, la más cutre aún propaganda de las juventudes socialistas en la que se intenta ridiculizar un joven del PP y poner de "superguay" a uno del PSOE. Todo esto, según ellos, para apoyar la asignatura de educación para la ciudadanía.

Que por cierto, a la niña socialista la colocan en el video de repelente y de hortera. Vaya modelito que nos lleva...

Algunos después de estos sucesos piden de manera muy coherente un kalashnikov a mano; otros, sólo queremos ver donde hemos guardado nuestro pasaporte para huir de tanta estupidez y demagogia ajena.

España cada día nos depara con sorpresas desagradables. Y lo que nos queda por aguantar.