martes, 27 de junio de 2006

Bombardear el cielo.

Recuerdo hace ya unos añitos, cuando vi la primera entrega de Matrix, cómo Morfeo relataba que los humanos habían terminando arrasando el cielo para eliminar la fuente de energía de sus enemigos las máquinas, y poder sobrevivir al yugo opresor de éstas. El que haya visto la película, sabe perfectamente que esa idea no nos salió muy bien a los Homo sapiens, y en vez de garantizar nuestra supervivencia, lo que hicimos fue condenarnos a una esclavitud eterna.

Como muchas veces la ficción se convierte en realidad, y la realidad se vuelve casi irreal, los humanos volvemos a bombardear el cielo, esta vez con fines más pacíficos, en post de nuestra supervivencia o abastecimiento de toda fuente de vida: el agua.
Y aunque sé que esto no es nuevo, ni ha sido inventado en el día de ayer, puesto que los israelíes lo han llevado a la práctica durante unas cuantas décadas, me ilusiona y aterra pensar que se puede llevar a cabo. Me alegra puesto que Esperanza Aguirre demuestra ser una mujer sin complejos, ni prejuicios, y que sabe poner soluciones a los problemas antes de que éstos se hagan prácticamente inevitables. No obstante, me entristece ver el aumento de la desertización en España, y que los políticos sigan discutiendo sobre estatutos, competencias y debates estériles en vez de estar poniendo freno a esta problemática (u otras).



No siempre podremos bombardear el cielo y no todos los problemas se pueden solucionar. A algunos, tal vez, llegaremos cuando el proceso sea irreversible.

miércoles, 21 de junio de 2006

Hasta borracho se cobra.

Ayer Freman comentaba con un buen cabreo, que en este país te puedes ir a la cárcel por conducir a más de noventa kilómetros por hora en zona urbana, y si eres terrorista, hasta algunas hienas te regalan rosas blancas. Algo similar he pensado yo hoy, cuando he leído en mi siempre recurrente sección de sociedad de LD, que un trabajador va a recibir una indemnización millonaria a pesar de que iba más borracho que una cuba:
El Tribunal Supremo ha confirmado una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias que desestimó la pretensión de dos empresas de dejar sin efecto el pago de una indemnización de 168.800 euros a un gruísta que quedó parapléjico tras sufrir un accidente en la obra en la que trabajaba en Oviedo y que se debió a la ausencia de medidas de seguridad. El alto Tribunal no tuvo en cuenta que el trabajador presentaba un índice de alcoholemia de 3,84 gramos por litro en el momento del siniestro.
Si cualquiera de nosotros tiene algún incidente en la carretera, aunque no sea nuestra culpa directamente, con una tasa de alcohol de 3.84 gramos por litro, seguramente nos pondríamos a pensar en algún tratamiento para la alopecia que tenemos que empezar a tomar, puesto que se nos va a caer el pelo, arruinado la vida y no saldremos de juicio en juicio, independientemente de que haya sido el otro conductor el que se haya saltado un stop.

No obstante, parece ser que en el mundo laboral esto no ocurre. Un currante, en horario de trabajo y encima construcción, se puso a manejar una grúa con tal estado de alcoholemia que se ha quedado parapléjico. Me imagino que este buen hombre se estará acordando de las copas que tomó de más, de el porqué tuvo que manejar semejante trasto enorme cuando no estaba en condiciones para ello en vez de irse a su casa a pasar la mona; quizás, si hubiese estado sereno, hubiera avisado a su encargado y notificado las deficiencias de seguridad, o tal vez, hubiese sido mucho más consciente de qué tipo de tarea estaba realizando.

Lo que está claro es que con esa sentencia, en vez de justicia, se ha hecho demagogia. En España, se recompensa a los que se saltan las normas a la torera y se castiga a los más inocentes. Sólo sirve de ejemplo el caso de este pobre hombre, o ver a simple vista qué política de pandereta aplica ZP todos los días.

Ya está aquí el verano.

Recuerdo que cuando inicié esta pequeña bitácora, recopilatorio de todos mis desvaríos, ralladuras y demás voladuras de cabeza, era invierno cerrado y estábamos sufriendo los efectos de las bajas temperaturas. Escribía mirando el cielo negro, o a veces hasta nevado, y pensaba que si faltaba mucho para que llegara el verano, el buen tiempo, el dejar el abrigo, la bufanda y los guantes en el fondo del armario y sacar las camisas de tirantes y las sandalias.

Pues el verano ha llegado oficialmente hoy (oficiosamente llegó hace algunas semanas) y aquí cada cual está peor si cabe que hace seis meses. Ahora tenemos la excusa de que los muchos grados centígrados que sufrimos nos provocan un aumento de euforia, hormonas y sacar más de nosotros mismos de lo que el riguroso invierno nos permite. Pero reconozcámoslo, es una excusa muy mala. Siguen existiendo los mismos corazones de hielo, las mismas almas oscuras e idénticas características indeseables, que nos hacían mirar hacia a un lado para no observar todo el Mal que existe entorno a nosotros.

La única diferencia si cabe, es que ahora al mirar por la ventana, el color del cielo ha cambiado a un azul y está totalmente despejado. Bueno, eso es mejor que nada ¿no?

Esperemos que cuando llegue el otoño, y hayamos regresado todos de nuestras vacaciones, pueda escribir algo más optimista y no sigamos recogiendo trocitos de todo lo que tuvimos o lo que creíamos poseer. Seguro que sí, ya verán.

domingo, 18 de junio de 2006

Linux se hace cristiano

Volviendo a cotillear el blog de Uguru, me encuentro con que va a salir una nueva distribución para linux denominada CrisTux. CrisTux, será un nuevo sistema operativo diseñado específicamente para cristianos en el que, según ellos, se pretende dar solución a las necesidades de Iglesias, parroquias, grupos, etc ,etc...

No me preguntéis qué es lo que tiene de especial, o en qué se va a diferenciar de nuestro querido Debian o menos apreciado Suse. No sé si nos recordará las fiestas a guardar, el horario a rezar o qué se yo...Eso sí, espero que otra religión monoteísta cuyo nombre prefiero ni mencionar, no le dé por hacer estos inventos. Miedito me da pensar qué características especiales le iban a dar.

Por cierto, hablando ya de linux, en este blog hacen una revisión a cómo los grandes enemigos de este sistema operativo lo utilizan en sus respectivas webs. Ya saben, la vida no deja de ser irónica.

jueves, 15 de junio de 2006

Regalar picanas de juguete

Hemos comentado muchas veces que el Mal está dentro de nosotros mismos. No es algo que se aprenda, ni que tengamos que memorizar a lo largo de nuestra vida, es inherente al género humano, que como mucho, podemos minimizar o maximizar en función de nuestra educación y de los valores que poseamos.

Está claro que lo que veamos de nuestros mayores, la educación que recibimos de nuestros progenitores, nos afectará a cómo seamos cuando lleguemos a adultos. No quiere decir que ellos tengan la única responsabilidad de nuestros fallos y aciertos, pero sí que pintan mucho en el resultado final de cada uno como persona. Si nuestros padres nos regalasen un pequeño juguete que trae una picana como las que se utilizaban en las torturas de la dictadura argentina en los setenta, pues mal vamos a ir:
Por menos de dos cafés, entras en una juguetería y le regalas a tu nene, un set completo de artilugios de policía, y entre ellos, la famosa picana, la utilizada por tanto asesino sin escrúpulos para imponer el terror y silenciar las bocas más díspares al régimen dictatorial. Además, por ese ridículo dinero, puedes conseguir que ese niño a priori inocente y sin maldad, se vaya entrenando en cómo ser un torturador y homicida, y al mismo tiempo, pisotear la memoria de unas víctimas y desaparecidos cuyas familias todavía tienen el dolor en sus corazones.

No es que el Mal esté únicamente en nosotros, es que haciendo estos regalos, dejando que ciertos niños jueguen con fuego, sólo conseguimos pequeños diablillos en potencia. Y luego nos quejamos, o nos llevamos las manos a la cabeza, cuando estas criaturas crecen y en vez de jugar con ese fuego, provocan graves incendios. A veces, somos nosotros mismos los culpables de ver todo convertido en cenizas, aunque no nos queramos dar ni cuenta, o prefiramos cerrar sistemáticamente los ojos.

martes, 13 de junio de 2006

Inmigración pagada

Ya, ya lo sé. El blog parecía el silencio de los corderos desde el jueves, pero son cosas que ocurren, y más, después de la concentración del sábado que nos ha dejado a más de uno con una buena resaca y una enorme sonrisa. Sé que no os conté qué tal fue, ni lo que hice, pero considero que mis compañeros antizp ya han expresado bastante bien lo que ocurrió y cómo nos hicimos oír, como para daros más la plasta con el tema.

No obstante, navegando hoy por uno de los diarios nacionales de mayor tirada, me he encontrado con esto, y se me han venido reflexiones a mi cabeza que no sé si serán adecuadas, o convenientes, pero que ahí están y no puedo ignorarlas:

El Ministerio del Interior paga 300 euros a los inmigrantes subsaharianos que son expulsados a África para evitar disturbios cuando aterrizan en su país de origen, según aseguraron a EL MUNDO fuentes policiales.


Recuerdo cuando nuestros padres, abuelos o bisabuelos cogían las maletas para emigrar a un destino mejor. Escapar de esa España pobre, sin rumbo, para alcanzar un futuro idóneo para los suyos, y en definitiva, tener algo en el plato para poder llevarse a la boca. Seguramente ellos, si se les contara que al intentar entrar en un país ilegalmente te recompensan con cincuenta mil de las antiguas pesetas, nos mirarían a la cara cómo si estuviéramos diciendo alguna gilipollez, o sacarían la típica frase de el mundo está loco o no hay quién entienda a los jóvenes de ahora.

Tal vez ellos no podrían acostumbrarse a vivir en la España de Zapatero, en la que el que se salta las leyes es recompensado económicamente, los asesinos son tratados como víctimas, éstas como verdugos, la gente que dice su opinión como carca y fascista, y los que quieren a su país como peligrosos nazis, pero nosotros no tenemos otra alternativa. O nos acostumbramos a que este país se vaya a la mierda día a día o cogemos las maletas como nuestros antepasados en busca del paraíso perdido.

La diferencia es que nuestros abuelos lo hicieron por un plato de comida, nosotros lo haríamos porque se ha hecho imposible vivir aquí. Es una pequeño, pero en el fondo, gran detalle.

miércoles, 7 de junio de 2006

Sostenibilidad

Cinco minutos para comer, muchos platos encima de la mesa y poco tiempo para poder ingerir su contenido. La televisión está encendida como ruido de fondo, no sé ni qué cadena ni lo que están emitiendo. No obstante, algo llama mi atención y fijo mi vista en la pantalla. Es un anuncio que se está emitiendo y consigue dejarme quieta hasta que finaliza.



Es una nueva campaña publicitaria que trata sobre el desarrollo sostenible. Al estilo fin del mundo o terminator, nos va indicando qué es lo que puede ocurrir si seguimos utilizando los recursos de manera irresponsable. Parece ser, que la responsable de dicho spot es la empresa ACCIONA y cuyo patrocinador es la Expo 2008.

Soy partidaria de este tipo de campañas ya que aunque sea por unos cortos instantes, la gente coge un poco de conciencia y se plantea determinados aspectos. No obstante, también creo que muchos de los que vieron el anuncio, y se quedaron tan a cuadritos como yo, a los cinco minutos, pusieron a tope el aire acondicionado para resistir las altas temperaturas de este caluroso mes de junio, y cogieron el coche para ir a comprar el pan. El hombre no coge conciencia de un problema hasta que éste se posa encima de él y no hay manera de quitárselo de encima. Hasta que algo no duele, no es necesario ponerse a hacer vendajes.

martes, 6 de junio de 2006

El día de la...

Siempre se ha dicho que el hombre deja antes de creer en Dios que en el diablo, o que el mayor triunfo de éste, es hacernos creer que Él no existe. El miedo nos atenaza más que la sensación de bienestar, y claro está, no estamos los humanos para ponernos a vencer nuestros temores más internos, ni mucho menos el mundo está repleto de valientes.

Mis conocimientos sobre teología no es que sean muy extensos, pero hoy me he quedado a cuadritos al leer la prensa o escuchar la radio, y ver qué noticia están dando una y otra vez:


Los más supersticiosos o crédulos están, o bien atemorizados, o bien preparando sus actos incalificables, pensando que hoy es el día de reencarnación del culpable de todos los males.Ya lo cantaban los Rollin' en Sympathy for the devil, desde Pilatos hasta los Kennedys, pasando por los Zar… él siempre estuvo allí.

No obstante, me ha resultado curioso, que un mundo cada día más pagano, con menos creencias y con mayor dificultad para reconocer y sentirse orgulloso de sus raíces judeo-cristianas, esté celebrando a su manera lo escrito hace dos mil años por un tal Juan en el libro del Apocalipsis.

Ignorar la existencia del bien, pero atemorizarnos ante la presencia del mal. Tal vez estas celebraciones se deban únicamente a que por narices hay que hacer algo novedoso, o que hay mucho loco suelto por centímetro cuadrado, pero qué quieren que les diga, cada vez me sorprendo más de las cosas que podemos llegar a hacer, e incluso, de cómo los medios de información son los que publicitan estas prácticas. Porque seguramente, si el diario El Mundo no hubiera sacado una página entera al evento, yo sólo hubiera pensado que hoy es un día sofocante de junio y que queda menos para alcanzar el anhelado fin de semana.

Ya veo que todavía necesitamos algo en que creer, aunque sea en el diablo más diablo de toda la historia.

sábado, 3 de junio de 2006

Irónico

Hacia meses que no os daba la brasa con un delirio cheskiano. Será porque tengo poco tiempo libre para ello, o tal vez, porque tanto la actualidad nacional, como el resto de acontecimientos que nos rodean, no nos dejan ni un sólo minuto para perdernos nosotros mismos.

Ayer, en el rato de conducción por esas autovías A-no sé qué, pusieron en la radio una canción y me hizo acordarme de viejos recuerdos, y también, de qué razón tenía la dichosa letra. Es 'Ironic' , de Alanis Morissette, y aunque no lo parezca, ya han pasado casi más de diez años de su estreno...



it's a traffic jam when you're already late
It's a no-smoking sign on your cigarette break
It's like ten thousand spoons when all you need is a knife
It's meeting the man of my dreams
And then meeting his beautiful wife
And isn't it ironic... don't you think
A little too ironic... and yeah I really do think...

A veces el ser irónico es considerado como un don, pero en otras ocasiones puede llegar a ser un tocamiento de moral. A lo mejor, puede ser irónico, que con tanto asesino, persona sin conciencia y demás energúmenos que habitan en nuestro país, los tribunales gasten su tiempo en decidir la custodia y el régimen de visitas de un bonito chucho. O, quién sabe, más irónico sea que un ejército tenga que eliminar con sus armas una plaga de ratas, pero de las de verdad, no un Bin Laden ni un Pepiño Blanco.

Irónico o desesperante puede ser que un país entero esté paralizado por la muerte de una cantante, mientras que lo único que necesita éste, es que los terroristas sigan en sus cárceles y no con la posibilidad de entrar en la Moncloa.

Ya lo decía Alanis, qué irónico es buscar un cuchillo y sólo tener a mano cientos de cucharas.