lunes, 3 de noviembre de 2008

Mitos y más mitos: el estatuto de Elgueta


En la madrugada del uno de agosto de 1936, dos hombres se encerraron en un despacho con el fin de elaborar un documento que sería aprobado por la mañana en las Cortes y que tendría vital importancia para la historia española moderna. Indalecio Prieto, socialista, y José Antonio Aguirre , PNV y futuro Lehendakari, corriendo y deprisa, a marchas forzadas, redactaron el estatuto de autonomía del País Vasco.

Al día siguiente, con alrededor de cincuenta diputados, fue aprobado todavía con más celeridad, sin haberse leido previamente ni debatido y firmado por quién no debería haber puesto su rúbrica; de los 473 diputados electos, más de cuatrocientos se encontraban en el exilio, en las cárceles, o en sus frescas tumbas recientemente cavadas por las heridas de la guerra. La mayoría de dos tercios que hubiese necesitado el texto para su aprobación fue un detalle insignificante, que todavía en el día de hoy, se obvia tanto por nacionalistas como no nacionalistas.




José Antonio Aguirre.


Cuarenta años más tarde, en plena transición, se inventó algo denominado nacionalidad histórica, en la que se reconocía ciertos derechos a las autonomías que habían tenido estatuto en la segunda república. Como no era de extrañar, a todo el mundo se olvidó el carácter ilegal de ese texto, firmado por cincuenta individuos deseando salir de la capital con destino a Valencia para salvar su pellejo, y se le concedió al País Vasco ( y a los nacionalistas) todo lo que pidieron por su boca y más. Fue un error nuestro, y únicamente nuestro, dar legalidad o la que era totalmente ilegal; y es equivocación nuestra, convertir todos los mitos en los que se basa el nacionalismo en realidades históricas.

Se puede decir que Aguirre aprovechó la debilidad de la izquierda de la república para salirse con la suya y aprobar un texto fantasmagórico y sorprendente; al igual que, a día de hoy, los mismos nacionalistas siguen aprovechándose de nuestra gran cobardía y continúan intentando arrancarnos la piel a tiras.

Se dice coloquialmente que la historia siempre se repite; en el caso del nacionalismo vasco, no sólo se reproduce constantemente a lo largo del tiempo, sino que nosotros mismos seguimos tropezando con la misma piedra.


Nota de la autora: este texto tiene más de dos años y fue publicado en otro blog donde participaba. Lo republico porque, tras unas circunstancias que no viene al caso contarlas, me ha parecido oportuno rescatarlo. Por desgracia este tema jamás pasa de moda.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Ah! ¡La Segunda República y los Estatutos! Nunca escarmentaron. Me quedo con las palabras de Jose Antonio con respecto al Estatuto previo de Cataluña, fracaso donde los hubo y que no sirvió de advertencia:

Ahí tenéis al Estatuto de Cataluña redivivo. El Estatuto de Cataluña, que si se dio honradamente tuvo que darse sobre el supuesto de que en Cataluña ya no quedaban restos del virus separatista. Cuando una región está ganada por entero para la conciencia de la unidad de destino de la Patria, no importa que técnicamente sus organismos de administración se monten de una manera o de otra; pero cuando en una región perdura el sentimiento de insolidaridad con la unidad de destino de la Patria, entonces no se le puede entregar un Estatuto, porque el Estatuto es una herramienta para aumentar el poder de secesión. Pues bien: si las Cortes Constituyentes no fueron criminales, erraron el cálculo al dar a Cataluña el Estatuto; pero destruida la presunción de que Cataluña estaba del todo incorporada a la unidad de destino española con la rebelión de la Generalidad, el 6 de octubre de 1934 había caducado toda decente justificación para que el Estatuto se mantuviera, y, sin embargo, las Cortes de 1933 a 1935, tras de suspender tímidamente el Estatuto, dejaron abierta la puerta para que el Estatuto, en todas sus partes, se restableciese.

Anónimo dijo...

No lo conocía el texto, y felicito tu iniciativa de volver a sacarlo a luz. Como bien dices...este tema nunca pasará de moda, y lo que nos queda.

Un beso

Anónimo dijo...

para que flipes....

http://www.20minutos.es/noticia/425970/0/Tenerife/Sarrautte/ong/

No te lo pierdas....no tiene desperdicio....

Besos

Anónimo dijo...

Jo,jo,jo

¡Así son nuestros políticos!. Ésta de no saber qué es una ONG, me recuerda a la de la antigua ministra de cultura, Carmen Calvo, que cuando un senador del PP le dijo la expresión "Carmen Calvo dixit", ellá rebatió indignada: "usted no me compare con los ratones pixie y dixie".xDDDDDDDD

Madre mia, qué fauna tenemos en este país, y encima luego los volvemos a votar. :(