miércoles, 25 de enero de 2006

Paz, amor y flower-power.

«Me siento muy orgullosa de mis hijos. Yo misma los incité para que fuesen a luchar. No me entristecía su muerte. Cuando mis hijos iban a morir sólo me preocupaba el número de judíos que matarían».

Esta santa es candidata en las elecciones palestinas. Tolerancia, paz y amor al prójimo son sus mayores virtudes. Agradece que sus hijos se hayan cargado cuantos más judíos mejor. Ya saben, todo sea para minimizar el número que haya que echar al mar.

«Yo, como mujer musulmana, sigo los pasos del profeta Mahoma. Para él, la mujer juega un papel muy importante en todos los ámbitos de la vida diaria. Doy continuidad al islam, cuido de las mujeres y esempeño una gran labor a diferencia de las mujeres en otras religiones».

Sí, tiene razón. Gracias a que tiene once hijos dispuestos a inmolarse puede dar continuidad a los ánimos invasores de su religión. Las cristianas, tenemos que pensar sin embargo cómo alimentar a nuestros hijos en vez de cómo mandarlos a la muerte.

Hoy hay elecciones en Palestina. Podemos hacer apuestas ¿sacará mayoría Hamas? ¿a cuánto se quedará del poder absoluto? ¿Irá Moratinos a tomar té con los terroristas? Las respuestas a nuestras preguntas esta noche.

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