martes, 24 de julio de 2007

Mujeres de trapo.

Los amores de verano siempre se han caracterizado por ser intensos, pasionales, idílicos pero también efímeros. Después de que el calor deje paso al mes de septiembre, todo se acaba y cada uno tiene que volver a su rutina cotidiana. No obstante, cuando se suceden los años y empiezan a reflejarse las primeras arrugas en el rostro, uno saca una sonrisa recordando qué bonitos fueron esos días y piensa, tal vez, qué ha sido de la otra persona; qué le deparó su destino.

Estos dulces recuerdos que más de uno podemos poseer en nuestra vida, se convierten en agridulce si dejamos occidente y nos metemos en los terrenos del Islam. Por allá, ser mujer, no conlleva tan gratos eventos:
Saudíes, kuwaitíes y magnates de los petrodólares diversos, llegan a Egipto y contraen matrimonio con muchachas que a los dos meses dejaran. Éstas terminan, después de una bonita historia de amor, embarazadas, desoladas y cargando con ser mujer abandonada en un país tan plural para los derechos de la mujer como Egipto. Féminas de usar y tirar, simples mujeres de trapo.



Después de esto más valdría que, si alguien va de vacaciones al mediterráneo y observa el paisaje del mar, piense en las fronteras que delimita y qué afortunados somos de vivir al otro lado. O al menos, aquellos que hayan disfrutado de amores de verano.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo increíble, para mí, es como históricamente lo han permitido. A estas alturas, una mujer sóla no tiene nada que hacer contra la muralla de hideputas. Pero la mujer pone las manos que mecen las cunas. ¿Cómo es que perpetúan la plantilla del hijoputa generación tras generación? El Islam es la grandísima excepción, por lo que he podido averiguar, en el que las mujeres no han logrado, con el tiempo, suavizar su situación.

Quizás la culpa la tengan las madrasas, que reprograman a los críos desde muy temprano. O quizás la explicación está en que las sociedades islámicas son en realidad, sociedades zombies, que hace tiempo deberían haber implotado, pero que el petróleo, y nuestros errores, han mantenido con una media vida, media muerte.

Anónimo dijo...

Ellas y/o sus familias lo consienten. Por dinero, por regalos. Y alguna pensando que a lo mejor suena la flauta.
La culpa , pues sera de ese rollo de conciencia moral que no se la creen ni muertos de risa, una sociedad obsesionada con cosas como el sexo y la sumision a la religion al final tiene que inventar esas patentes de corso como el matrimonio orfi o como se llame.

Y todo quisqui lo consiente.

Anónimo dijo...

Leyéndote me he acordado de las prácticas de los terroristas islamistas argelinos, que bajaban de sus escondrijos a pueblos, donde amparándose en otro tipo de matrimonio temporal musulmán secuestraban muchachas para violarlas.

Anónimo dijo...

esas patentes de corso como el matrimonio orfi o como se llame

No es "orfi". Es "porfi": "Fátima, nena, ahora soy tu marido, pero ¡porfi! no te lo tomes al pie de la letra, que ya mañana no lo seré.".

Anónimo dijo...

Creo, realmente, que algunas personas nacen para ser utilizadas, que no saben moverse por sí mismas, o no quieren, y es más fácil que otros les solucione la vida.

Parece como un destino cíclico, que generación tras generación femenina no rompe. La educación machista, y la religión intolerante que poseen ayuda a poner la guinda al pastel.

Y me da mucha pena. :(

Un abrazo a los tres.

Anónimo dijo...

Ya no es sólo la educación, es el miedo. El miedo hace el trabajo sucio de cualquier gobernante sin escrúpulos en un país sin libertad. Para saber esto no hay que irse a Egipto, basta con viajar al País Vasco. Dichoso miedo...

Anónimo dijo...

El miedo...y el pasotismo.

Los vascos también son ejemplo de ello. :(

Anónimo dijo...

Como muy bien lo dice Freman, las primeras responsables de estas atrocidades son las mismas mujeres que se permiten repetir este patrón cuando crian e insisten en los hijos estos sistemas arcaicos y carentes de respeto hacia el otro... Si algo tengo conciente es que no hay jodedor sino existe alguien que se deja joder.. que bien poder leer esto y fue inevitable para mi no dejar un comentario.. Saludos desde Venezuela!

Anónimo dijo...

Muchas gracias por tu opinión!! :)

La verdad, estás en lo cierto: no existe un acosador sin que una mujer se deje acosar.

Son las mujeres islámicas las que deben hacer su propia revolución, sino seguirán siendo explotadas, denigradas y aplastadas.

Un saludo y espero verte por aquí otra vez!!