domingo, 28 de septiembre de 2008

La naturaleza siempre se abre camino.

Ocurrió en 1996, ochenta y siete personas fallecieron y hubo un centenar de heridos. En el municipio de Biescas, Huesca, un camping fue arrasado por una tromba de agua. Estaba situado en un cono de deyección y cuando el agua cae fuerte destruye todo lo que pilla a su paso.

Doce años más tarde, lejos los españoles de aprender de un mal ejemplo de ordenación del territorio, el boom de la construcción ha favorecido que se construyan casas, urbanizaciones y residenciales en los sitios menos propicios. Se junta el factor de que muchos de los ingenieros y/o arquitectos no han considerado a la naturaleza como crucial, y que a la mayoría de los concejales de los ayuntamientos sólo les ha importado un buen maletín repleto de billetes.




De esa manera, no me he asustado esta semana cuando he leido en la prensa las consecuencias de las inundaciones de este mes de septiembre: una mujer muerta en Coslada, el municipio de Lucena encharcado de agua hasta arriba y así un largo etcétera.

Casas construidas en medio de arroyos, llanuras aluviales y conos de deyección como en el caso de Biescas. Obviando que, por mucho hormigón y ladrillo que coloques, la naturaleza siempre se abre camino. Cueste lo que le cueste.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, si el único objetivo es urbanizar sin mirar dónde, luego no podemos quejarnos cuando pasan estas cosas (bueno, quejarnos si podemos, otra cosa es que llevemos razón). Es muy triste lo de la señora de Coslada, pero es que hay sitios donde no deberíamos construir.

Besos

Anónimo dijo...

Es muy triste esa muerte en Coslada, no lo sabía. Pero lo de Biescas si me acuerdo además lo estudié el año pasado con el nieto. Lo de la construcción es indignante, pero lo peor es que esas casas se venden.
Un abrazo Chesk

Anónimo dijo...

Siempre es así, la naturaleza es imparable, esta vez el resultado es tristisimo otras veces es esperanzador...
Deberíamos tener más en cuenta la naturaleza y el ecologismo del caro ;-) no del barato

Anónimo dijo...

A veces creo, que si nos vendieran una casa por tres perras debajo de un volcán, la compraríamos.

Hace poco, fui a ver la casa de unos amigos mios que acaban de construirse. Cuando estaban enseñándomela escuché agua y pregunté, ¿qué es eso?

Me contestaron que nada, que era sólo el arroyo que pasaba justo al lado, que habian tenido que poner hormigón y demás. Yo salí de la casa pensando dos cosas: una que no la querría ni regalada; otra es la que he dicho aquí.: la naturaleza siempre se abre camino.

Un abrazo muy gordo a las tres. :)