Aunque como es costumbre ya se me ha adelantado Don Elfo en la crónica de la película, ayer fui al cine a ver el estreno de GAL. Cabe destacar que, para un estreno como éste, la sala del cine no estaba llena pero sí creo que se agotaron las entradas para ver la Matanza de Texas. Las prioridades de los españoles siempre quedan bien patentes en los pequeños detalles.
Al contrario que mi buen amigo Elentir, siento decir que a mí la película no me gustó nada; es lenta, floja, y - como te despistes un poco- puedes entrar en estado de somnolencia en la última parte de ésta. No obstante, no todo iba a ser negativo, también tiene cosas positivas.
Primero, recuerda a los jóvenes - o no tan jóvenes- de lo que fue capaz el felipismo para acabar con el terrorismo; un comando chapuzas, que gastaba gran parte de los fondos reservados en casinos y putas, y que en la mayoría de las ocasiones ni atinaba con la víctima etarra; también, cómo eran esos etarras con los que ZP quiere bajarse los pantalones en el día de hoy: atentado de hipercor, de la casa cuartel de Zaragoza, y la de la fiscal que llevaba el caso, a sangre fría, en mitad de una céntrica calle madrileña con un tiro por la espalda.
La interpretación de Amedo por Jordi Mollá es fantástica, a veces hasta rozando lo cómico, pero representa bien qué clase de persona se prestó a tales acciones; no obstante, Verbeke y García - como los periodistas de Diario 16 que investigaron toda la trama- no dan todo de sí, y a veces su papel está totalmente vacío de contenido. Eso sí, las interpretaciones de Felipe González - con ese peculiar acento- y de Pedro J. Ramírez, están muy bien caracterizadas.
En definitiva, la cinta está muy bien para tenerla presente como documento histórico y no olvidar nunca de lo que fue capaz el socialismo por erradicar el terrorismo y perpetuarse en el poder; para no ignorar que el gobierno francés dejó a los etarras en sus territorios campar a sus anchas dándoles igual el sufrimiento que éstos producían al pueblo español (y producen); lo que se jugaron un grupo minúsculo de periodistas - tanto en lo profesional como en lo personal- para sacar a la luz todos estos asesinatos y velar por el estado de derecho, pero calidad cinematográfica...no, no saca muy buena nota.
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