No sé si la noticia es una broma macabra, una fake, o por desgracia una triste realidad. Leo con asombro que SOGECABLE S.A - la del imperio Polanco; también conocido como PFFR - ha comprado la patente del término Blog:
El otro día estaba dándome una vuelta por la Oficina Española de Patentes y Marcas, y visitando su “localizador” buscando BLOG me encontré con la marca M 2715026. Esta marca es la palabra BLOG y su propietaria es SOGECABLE S.A. (a la que no pienso enlazar).
La marca ha sido registrada en 2 Clases de Niza, concretamente en la clase 38 y la clase 41. Estas clases, entre otras cosas, son las de “páginas web” (y todo lo que tenga que ver con Internet, telecomunicaciones, etc…) y la clase 41 es la que tiene que ver con “eventos” y similares.
O sea, para los que no somos muy entendidos en estos temas, parece ser que el imperio cada día quiere ser más grande y poderoso y no se resiste a perder la guerra en la red; ya avisaba Juan Cueto hace unos cuantos meses, en su columna de El País, de que internet estaba infectada de ciberfachas, e incluso se preguntaba el muy iluso de donde habíamos salido:
¿De dónde han salido esto treintañeros que utilizan obsesiva-compulsivamente sus blogs, bitácoras o cualquier cosa punto.es para masturbar su pensamiento medieval, intentar cambiar la política (sólo cargarse a ZP) e inmolar su narcisismo de nuevas tecnologías por un par de consignas de las más viejas ideologías de Ferraz?
El pobre Juan no quería asimilar que los ciberfachas, aunque seamos de vez en cuando molestos, no hemos salido de las alcantarillas, ni somos una nueva especie recién descubierta; sólo somos humildes ciudadanos ejerciendo nuestra libertad de expresión, cosa que le era difícil entender.
Pues ahora, por disputar otra batalla más de esta guerra cibernética, aunque el término blog sea usado por muchísimas personas en España, su único y auténtico dueño va a ser el señor Polanco; aunque no sé de qué me sorprendo: lo que no pase por la facturación y garras de este señor no tiene validez en las tierras ibéricas. Y si no, recuerden ustedes la calle génova el 13-M; un espectáculo difícil de olvidar.
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