Turquía: entrada libre en el mundo de Alicia y las maravillas.

Desde que ZP llegó al poder, llevamos pensando en España que parece como si estuviésemos viviendo en el País de las Maravillas; nos hemos colado por la madriguera del conejo y , de manera un poco brusca, nos vamos encontrando con sorpresas más desagradables que las que la pequeña y dulce Alicia tuvo que soportar en su cuento para todos los públicos. Ella temía por la integridad de su cabeza cuando se chocó con la Reina de Corazones, celebraba su día de no cumpleaños, pero nosotros sufrimos por todo lo que parecía consolidado y vemos desplomarse como un inestable y débil castillo de naipes.

Hoy, más que nunca, podemos mirar en todo su esplendor el mundo de Alicia y, hasta si quisiéramos, empezar a asignar papeles a algunos políticos que se localizan en Turquía. Los mismos que han absuelto a una religión de ser la culpable del asesinato indiscrimando de millares de personas en el mundo, y le han echado el muerto a la política:

El grupo de alto nivel (GAN) de la Alianza de Civilizaciones presentó hoy al secretario general de la ONU, Kofi Annan, un documento que afirma que es la política y no la religión la que crea el foso que separa Occidente y el mundo musulmán

A la política, y concretamente a la occidental:

El informe incide en que el conflicto árabe-israelí en los territorios palestinos se ha convertido en el símbolo del creciente abismo; este conflicto, junto a lo que sucede en Irak y Afganistán contribuye a magnificar este sentimiento de desconfianza.

Los mismos que se han sentado en una mesa a escribir líneas y líneas vacías de contenido, mientras la gente muere yendo al trabajo, montando en cercanías o cogiendo el autobús que hay debajo de su casa; aquéllos que se parecen al relojero loco y no paran de sonreir mientras intentan creer en falsos sueños utópicos.

Lo malo de todo esto es que nosotros vamos a carecer de la oportunidad que tuvo Alicia de despertarse y comprobar que sólo estaba en un terrible y magnífico sueño. Nosotros, cuando queramos abrir los ojos, nos vamos a dar de bruces con la realidad de la Alianza de Civilizaciones; mientras tanto, el que no se leyera este magnífico cuento o se perdiera la adaptación del clásico por Disney, que encienda la televisión y podrá ver su reposición en los telediarios; tal vez sea más entrañable que el cuento original.