domingo, 2 de septiembre de 2007

Historias de verano

Quiero rescatar dos asuntos que me llamaron bastante la atención mientras he estado en mi exilio vacacional. El primero fue el asentamiento de más de dos mil rumanos a orillas del trasvase Tajo y Segura en un pueblo manchego; en una zona protegida, donde transcurre el agua potable que muchos habitantes se llevan a sus gargantas, se estuvo una masa lavándose, haciéndose sus necesidades, y asentando de manera ilegal en una zona prohibida. Por curiosidad, si alguno de nosotros se nos ocurre pasar la noche en un sitio no permitido, seguramente el SEPRONA nos obsequiase con una buena sanción administrativa. Como eran rumanos y da mucho miedo combatir la inmigración, el ministro de turno dijo simplemente que había ilegalidad en ello.

No se puede mostrar la imagen “http://www.laverdad.es/albacete/prensa/fotos/200708/22/005D3ALBP1_1.jpg” porque contiene errores.

El segundo, es la propuesta del primer ministro Sarkozy de castración química o cadena perpetua a los violadores reincidentes. Mientras muchos la han acogido con alegría e intentan exportarla a Iberia, la izquierda se decanta por la reinserción o por soltar la frase típica de: «radicalmente en contra» de unas medidas «demagógicas», que «salen de la derecha»

En ambos casos, en vez de preocuparse por los realmente damnificados, los que han sufrido abusos sexuales y todos aquellos que beberán del grifo el agua contaminada con materias fecales, los gobiernos y oposiciones han optado por defender y legitimizar a los que cometían infracciones y crímenes en vez de preocuparse por las auténticas víctimas. Por ello, más de uno debería empezar a dar más relevancia al niño que ha sido violado, que pensar que se producirá el milagro de que un enfermo o psicópata deje de serlo.

Es cuestión de prioridades, sólo eso.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Y por desgracia la prioridad número 1 es defender al delincuente. Un saludo.

Anónimo dijo...

Como siempre. Recordad que muchos etarras salieron de la cárcel durante el felipismo e incluso en el mandato de Aznar porque el PSOE de Felipe González se negó hasta en 10 ocasiones a aprobar sendas propuestas de cumplimiento íntegro de las penas para los terroristas, tal como había planteado el PP.

Anónimo dijo...

De todos modos, la "castración química", a pesar de lo fuerte que suena, es una medida poco efectiva orientada a la reinserción, y que serían los progres quienes deberían alabarla, en consecuencia.

El problema: 1- es reversible, 2- sólo sirve como medida adicional en los casos en que el móvil del violador o pederasta es "puramente" sexual (es como darle metadona a un heroinómano: sirve de ayuda para desengancharlo). Eso casi nunca ocurre: en la mayoría de los casos, hay un componente sádico en el delincuente sexual. Un sádico "castrado" químicamente es el doble de peligroso.

La giliprogresía ha puesto el grito en el cielo por las razones equivocadas. Pero eso no quita que lo de Sarkozy haya sido un gesto más efectista que efectivo.

Lo que hace falta es el cumplimiento íntegro de las penas. Y un endurecimiento de las mismas en los casos de los delitos más graves. Un pederasta, por desgracia, no suele "recuperarse". Hay que aceptar, entonces, que no exista una falsa proporcionalidad en la pena: si tienen que pasar más tiempo en la trena, que lo pasen.

Anónimo dijo...

¿Castración química?

Si te dijera yo con qué castraba a los violadores ...

Anónimo dijo...

Bueno, seguro que casi todos nosotros nos dicen en vez de castración química, física y no nos oponemos mucho...

La medida de Sarkozy da a elegir entre dicha castración o la cadena perpetua, algo que en el código español es impensable ya que creemos en la reinserción y la cadena perpetua no existe.

Lo bueno de éstas medidas ya no es que sean efectivas en sí, es que hace despertar a un sector de la sociedad para que se dé cuenta que el sistema así no funciona, que tenemos que endurecer las penas, y que no vivimos en oz, sino en un mundo real con canallas, asesinos y delincuentes.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Muy buenas Chesk. He vuelto después de un largo verano... jeje

En fin, extreno mi opinio de este curso político con tu blog. Veamos:

En cuánto al tema de los rumanos pues, solamente decir que es lo mismo de siempre , simplemente a este gobierno el asunto le viene grande y al igual que no sabía que hacer con la afluencia de inmigrantes pues optó por regularizarlos masivamente y así lavarse las manos, y en el caso de los rumanos pues pasan del tema, porque en realidad a este gobierno se la traen floja los inmigrantes y les deja campar a sus anchas sintener en cuenta las condiciones higienico sanitarias de estos individuos y como bien dices de las consecuencias negativas para la población circundante. Lo peor de todo es que el P$o€ estará contentísimo de lo bien que lo han hecho, dada su ridícula y demostrada soberbia.

En cuanto al programa de castración quimica del presidente francés, no puedo psturarme ni a favor ni en contra, pues aún no dispongo de la información suficiente como para fraguarme una idea sólida. Con el transcurso del debate mediático me posturaré.

Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Lo que sí tendría mucho sentido, sobre todo en el caso de los violadores, es que los ligasen. De entrada, es reversible, de modo que mucho daño no se les hace. Y se evita que desgracien aún más a las mujeres violadas dejándolas embarazadas.

Puede que a primera vista parezca un favor... pero no lo es: la mayoría de los violadores son sádicos, y uno de los componentes del sadismo es la fantasía de dominación, que incluye la preñez de la víctima.

Quizás no que lo hagan a la primera, por aquello de los errores judiciales, pero a los violadores reincidentes, ligadura automática, ni siquiera como opción.

Anónimo dijo...

Bienvenido Triste Romeo, espero que no haya sido dura la vuelta :)

Lo de los "rumanos" es una historia peculiar, más ahora encima siendo miembros de la UE, que no se les puede echar de forma tan fácil. ¿No se ha quemado uno a lo bonzo porque no tenía papeles? Eso me dijeron el otro día.

Lo que ocurre es que cualquier gobierno debe mostrarse firme ante determinados retos, y no te mantequilla como el de ZP.

Y sobre lo de la castración, se ha abierto el debate médico pero más de una persona no le desagrada la idea de que un violador no pueda tener una erección en su vida...

Freman, eso por descontado. El problema no es la medida a tomar, podríamos escoger todas, sino que ha abierto el debate en la sociedad.

Pero claro, tienes razón que donde esté la cadena perpetúa y se tire toda su vida huyendo de los lavabos de la cárcel, mejor que mejor.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Así es, Chesk; "la realidad" no es la ficción de Oz. En la realidad, no podremos evitar que se decidan y se pongan en práctica "soluciones" desde las alturas y por razones que no tienen que ver en el fondo con lo que se dice solucionar. En la realidad, no podremos evitar apoyarlas o rechazarlas ayudando a inclinar la balanza de los fuerzas con más peso que se enfrenten o se coaliguen (consenso.) No podremos tampoco ver soluciones de fondo ni evitar que nos engatusen, engañen y decepcionen. No podremos evitar indignarnos y horrorizarnos ante el sufrimiento y el dolor que se infringe a una víctima. Ni evitar sentirnos impulsados a castigar al victimario. Pero tampoco seremos capaces (al menos nosotros, tú, yo...) de sumarnos a un linchamiento. Será muy difícil, por otra parte, evitar que los genes humanos hagan malas jugadas y que deje de haber torturadores y torturados, asesinos y asesinados, enfermos y afectados... Etc. para no abundar más.
Sí, no estamos en Oz, y por eso sucederá lo que la dinámica social imponga; hoy en día y por bastante tiempo, a través de la burocracia que juega con nuestros sentimientos.
Un beso.

Anónimo dijo...

Claro Carlos, no creo que exista una cosa si a la vez no tiene su antagónico: víctima/asesino, benévola/malévola, acosador/acosado y un largo etc.

Lo importante es ser consciente de ese binomio y poner medidas para no evitar en sí que existan, sino que no vuelvan a cometer sus crímenes. Pero si de partida pensamos que todo quisqui es bueno...vamos apañados.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Es que el socialismo se basa precisamente que todos somos iguales, sean cuales sean nuestros actos...y se puede intentar meter una capa de "justicia" por medio para intentar disimularlo, pero la suciedad del concepto original se acaba escapando entre las rendijas en cosas como el tema de los violadores...

Estoy de acuerdo en que la medida sea más o menos efectiva es otro tema (en todo caso es más efectivo que no hacer nada), pero por lo menos el enfoque es algo más decente de lo habitual...

Anónimo dijo...

El socialismo DICE muchas cosas, incluso se contradice en la propia teoría y la propaganda, pero de igualdad real nada de nada, sólo "mentiras desconcertantes" como decía un ex comunista yugoeslavo llamado Ciliga que terminó en las cárceles de Stalin.
No es tampoco que sea malo no hacer y bueno hacer (¡esto está por otra parte en la médula del voluntarismo marxista-leninista!) sino de comprender que NO SE PODRA EVITAR HACER y comprender también que lo que se HAGA se hará principalmente por motivaciones NADA altruistas sino bastante más mezquinas, humanas y particularmente ligadas a nuestra realidad próxima. Esto se cumple más especialmente si se es un burócrata político que, como Sarkozi, hace demagogia y verborrea a mares y da resultados que sólo resuelven muy poco cuando se lleva a cabo su proyecto. Y no es porque se lo denomine "de derechas". En nuestro país tenemos algo peor, más demagógico aún y más verbopedorreico todavía que gusta ser considerado "de izquierdas" y lo es por varias bandas y bandos.

No podremos dejar de soñar, pero sepamos que lo estamos haciendo. No podremos dejar de optar, pero sepamos que nos están engañando y que acabarán haciéndolo hasta donde los deje la mayoría ilusionada e ingenua. No nosotros (que nunca sé quienes somos del todo.)
Con todo el cariño del mundo.

Anónimo dijo...

El pensar que todos somos iguales es una espada de doble filo: primero, porque hay determinadas cosas en las que todos sí somos iguales, o al menos en cuestión de derechos; otra es pensar que todo el mundo es bueno desde que llega a este mundo.

Y eso, ni el cristianismo lo cree cuando nos asigna "el pecado original".

En fin, si al final todo se reduce a demagogia sin límites...pero bueno.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Todos somos iguales en el sentido de que si hacemos lo mismo, la respuesta debe ser más o menos la misma. Pero no porque hagamos lo mismo...De hecho, son dos conceptos que no tienen nada que ver el uno con el otro...