viernes, 8 de diciembre de 2006

Otra campaña de sanidad. Y van diez.

No, no estoy de puente, sólo un poco fuera de servicio. Pero que nadie me imagine de vacaciones descansando lejos del monitor porque no es así; más me gustaría a mí. Estoy, como ya dije previamente, de pringui total. Nada de puentes o acueductos.

Hoy me he vuelto a cruzar con una
campaña del ministerio de sanidad, el que lucha por la eliminación de la hamburguesa XXL en nuestras vidas, en el mismo lugar donde tenía que ver a la niña del tabaco acusándome de hacerla fumar un paquete al día. Esta vez, el cartelico de marras, iba sobre la obesidad infantil y hábitos alimenticios:

Yo, tonta de mí, he pensado que quién se levantaba en España dos horas antes a preparar ese megadesayuno rico en calorías, o que tal vez la ministra podría hacerlo por todos nosotros; después, se me ha venido a la cabeza el dinero que lleva gastado este ministerio en campañas y publicidad para intentar modificarnos a su antojo. Diez campañas, son muchos euros; los anuncios en la televisión no salen gratis.

Y por último, me ha dado por reflexionar qué efectividad tiene tirar la casa por la ventana con los impuestos de todos los españoles con tanta frecuencia.; qué resultados se obtiene, y si realmente alguien va a dejar de fumar, levantarse tres horas antes para preparar un desayuno-comida, o va a tirar los antibióticos de su botiquín en vez de tomárselos con un simple catarro. Lo único positivo es que, al menos, este dinero no se va a subvencionar a titiriteros y demás, porque el resto, más papel mojado en una espiral de burocracia.

No hay comentarios: